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Bacha- bazi, los niños danzantes en Afganistan: más allá de una prohibición legal

  • Foto del escritor: Irina Bellucci
    Irina Bellucci
  • 4 dic 2023
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 5 feb 2024


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Fuente: Catalunya Press


Cuando tocamos temas de la actualidad solemos enfocarnos en la situación de vulnerabilidad de mujeres y niñas en dicho territorio, hoy ocupado nuevamente por los talibanes. Desde su vuelta al poder el ojo público con justa causa ha estado posado en esa situacin. Sin embargo hay un tema que no ha llegado a los tabloides internacionales y que merece su atención. Es la de los Bacha Bazi o niños danzantes.


En esta práctica, niños y adolescentes son forzados a vestirse con ropa y maquillaje femeninos de manera sexualizada. Posteriormente, muchos de ellos son víctimas del comercio sexual, totalmente naturalizado en dicho país. Según un informe de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán (AIHRC), las víctimas de esta explotación sexual son niños de entre 10 y 18 años para obligados en fiestas y ceremonias de bodas a llevar ropa de mujer y a actuar como bailarines. Al final de estas ceremonias, son llevados a lugares privados, como casas u hoteles, donde son víctimas de violaciones, a veces incluso en grupo.


La práctica del "Bacha Bazi" tiene raíces históricas, pero se intensificó durante los años de guerra. Comandantes, lejos de sus hogares y con falta de actividad sexual, explotaban sexualmente a jóvenes que formaban parte de su guardia. Aunque el gobierno afgano aprobó una ley en 2017 para prohibir y criminalizar esta práctica (incluso se contempla la pena de muerte para los casos más graves, como la violación de varios niños), la realidad muestra que la implementación efectiva de estas medidas es un desafío considerable ya que requieren uuna acción concertada y sostenida. Afortunadamente en la actualidad el gobierno afgano, presionado por activistas de derechos humanos, ha aprobado leyes que castigan severamente a los autores del "Bacha Bazi".


A pesar de la prohibición legal y las medidas punitivas establecidas en 2017, la persistencia del "Bacha Bazi" en Afganistán destaca los desafíos profundos y arraigados que enfrenta el país. La corrupción, la falta de un estado de derecho efectivo y la influencia de poderosos perpetradores han contribuido a la continuidad de esta práctica horrenda.

Los accesos a la justicia en un país atravesado por la guerra entre diferentes facciones, su cultura tribal y la escasa educación es difícil. Asimismo, por la escasez económica es común que luego de transitar su niñez los protagonistas de estas aberraciones perpetúen su condición de bailarines.


La lucha contra la impunidad y la creación de un entorno en el que las víctimas se sientan seguras para denunciar son elementos cruciales para superar estos obstáculos. Sin embargo esto no es una práctica sencilla: la ONG llamada Afghanistan Independent Human Rights Commission (AIHRC) en 2014, encontró que los explotadores sobornaban a fiscales o jueces para silenciarlos


La Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán (AIHRC) destaca que la práctica del "Bacha Bazi" se ha expandido debido a factores como la pobreza, la inseguridad y la existencia de grupos armados. Aunque el gobierno afgano ha aprobado leyes más estrictas, la implementación efectiva y la sensibilización pública sobre la gravedad de esta cuestión son pasos fundamentales para lograr un cambio real. La educación y la concienciación en las comunidades también son esenciales para romper el ciclo de aceptación cultural que rodea a esta práctica.


Los niños en Afganistán enfrentan una triple crisis humanitaria, según Unicef. El conflicto, una tercera ola de COVID-19 y la sequía han obligado a millones de afganos a desplazarse en busca de oportunidades, a menudo sin éxito. Estas condiciones solo los coloca en una situación de mayor vulnerabilidad.


En un momento en que Afganistán enfrenta presiones internacionales y desafíos internos, la protección y el bienestar de los niños deben ser una prioridad inquebrantable. La comunidad internacional y las autoridades afganas deben unir fuerzas para garantizar que las leyes se cumplan y que se aborden las condiciones subyacentes que perpetúan el "Bacha Bazi", ofreciendo así un rayo de esperanza a los niños afganos que merecen un futuro libre de abusos y violencia.


Organizaciones no gubernamentales, la sociedad civil y los actores internacionales deben unir fuerzas para abordar las causas subyacentes de esta práctica, perpetuar la condena ante estas prácticas, mantener un ojo vigilante para garantizar que se cumplan los derechos internacionalemnte establecidos para las infancias y trabajar en la creación de un entorno seguro y protector para los niños afganos. La erradicación del "Bacha Bazi" no solo depende de la aplicación de leyes más estrictas, sino también de un cambio cultural profundo y de un compromiso sostenido con la protección de los derechos de los niños en Afganistán.


Referencias








 
 
 

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