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Diferencias y similitudes de las guerras en Medio Oriente y Ucrania

  • Foto del escritor: Lubka Kutna
    Lubka Kutna
  • 21 jun 2022
  • 5 Min. de lectura

Actualizado: 13 jul 2022

Lic. Irina Bellucci y Lic. Lubomira Kutna para el Observatorio de Medio Oriente de la UAI


Hace ya tres meses que el mundo observa horrorizado los hechos en Ucrania, las violaciones a los derechos humanos, un alto al fuego que no es tal, una guerra que parece no cesar. Sin embargo, si retrocedemos, meses antes, la misma gente se mostraba horrorizada por lo sucedido en Afganistán, gente huyendo como podía de los talibanes -hasta el punto de subirse al ala de un avión y caer en su despegue-, o antes, por la guerra en Siria.

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Lamentablemente, las guerras siempre existieron y seguirán existiendo. La cuestión es que muchos conflictos nos resultan ajenos, por intereses de los medios de comunicación y el establishment político, las grandes multinacionales, distintos grupos y asociaciones haciendo lobby. El problema surge cuando se quiere aplicar el derecho internacional y toda la fuerza y peso de la ley a los responsables de algunas cuestiones, pero a otros no. Porque de plano, se terminan rechazando los derechos de unos en detrimento de los otros, cuando se supone, acorde a la carta de las Naciones Unidas, los derechos humanos son universales.


Facto:

¿Las mismas tácticas de guerra en Ucrania que en Siria?

Varios de los grupos de derechos humanos están comparando la lucha en Ucrania, con las tácticas brutales que Rusia utilizo para revertir la guerra civil en Siria a favor del presidente Bashar al-Assad.

Estamos asombrados por la cantidad de situaciones similares y las tácticas rusas recurrentes”, dijo Daniel Balson, abogado jefe para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional.

Sin embargo, los conflictos no son los mismos. Mientras que en Ucrania, Rusia lanzó una invasión terrestre y sufrió importantes pérdidas, en Siria (donde Rusia intervino en 2015), presentó su fuerza aérea. Pero, en Ucrania los rusos continúan utilizando las armas y la estrategia militar que se planificó para las ciudades sirias.

En Siria, Rusia y sus aliados retrataron a los cascos blancos como terroristas. En Ucrania, el Kremlin llamó nazis a los funcionarios y soldados ucranianos. Los expertos en derecho internacional han expresado su preocupación de que “la falta de responsabilidad por las acciones de Putin en Siria hayan alentado al líder ruso”.

La ONU dijo que 1.189 civiles habían muerto en Ucrania hasta la fecha, pero es una subestimación significativa. Los funcionarios locales de Mariupol estiman que sólo en esta ciudad han muerto más de 5.000 personas.


Nadie niega los horrores vividos por los ucranianos: tener que dejar la casa, la familia, las cosas, incluso quizás a las mascotas, despedirse de los hombres de la familia en edad que deben quedarse para defender su país, todas son cuestiones movilizantes. Pero no es una situación diferente a la que se ha visto en Medio Oriente (y en otras regiones), en los últimos años. Afganistán, Siria, Palestina, son casos que nos resuenan y nos deben interpelar.

Por eso nos preguntamos: ¿ha reaccionado Europa con la misma diligencia y compasión con los refugiados de dichos países?


Facto:

¿La segunda Siria?

Los funcionarios ucranianos han advertido que Mariupol se está "convirtiendo en la segunda Alepo".

Manolis Androulakis, el cónsul griego en Mariupol, el último diplomático de la Unión Europea en abandonar la ciudad dijo que: “Mariupol se uniría a Alepo como parte de una lista de ciudades completamente destruidas por la guerra".

En el año 2016, cuando Alepo (la ciudad más grande de Siria antes de la guerra) fue controlado por la oposición casi 6 meses, las fuerzas rusas atacaron fábricas y estaciones de agua, cortando el suministro. Esto ha provocado una grave escasez de alimentos, medicinas y combustible para más de 250.000 personas, lo que produjo una catástrofe humanitaria.

En Mariupol, las fuerzas rusas rodearon y bombardearon la ciudad, cortaron las comunicaciones, detuvieron el flujo de agua, gas y electricidad e impidieron que los convoyes humanitarios se acercaran a la ciudad. Hubo reportes informando que las personas tuvieron que derretir nieve para obtener al menos un poco de agua.


La respuesta dada por los analistas internacionales es clara: no, no lo ha sido. Hungría estuvo abiertamente negándose a recibir refugiados de esos países.


Casi 5 millones de personas han huido de Ucrania desde el inicio de la invasión rusa (DW, 2022). Sin embargo, si bien esta cifra impacta, también lo hacen las denuncias de racismo cometidas por Ucrania y Europa debido a los impedimentos y trabas que les ponen a los ciudadanos africanos, de Medio Oriente y asiáticos que residen en Ucrania (Pandiella, France 24). Europa y Occidente deben, nuevamente, replantearse su doble moral.


Facto:

Los huyentes

Según la ONU, la guerra en Siria obligó a 6,6 millones de sirios a huir del país, y un gran número se dirigió a Europa tras la intervención rusa en septiembre de 2015. Más de 4 millones de personas huyeron de Ucrania en poco más de un mes de combates, según la ONU. "El éxodo de refugiados es una señal de que Rusia está exacerbando el problema", dijo Habib.

El secretario de Estado Unidos, Antony Blinken, acusó a Rusia de "matar de hambre" a las ciudades ucranianas. El ejército de Putin atacó instalaciones médicas en Alepo y Mariupol, así como escuelas y edificios donde se refugiaban civiles (por ejemplo: los teatros).

Según las autoridades ucranianas, Rusia bombardeó Mariupol en completa violación del derecho internacional que establece que "los soldados tienen el deber de distinguir entre objetivos militares y civiles".

Cinco años después de que Rusia bombardeo a Siria, la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre Siria de la ONU, acusó a Rusia de cometer crímenes de guerra con sus ataques a zonas civiles.

Sin embargo, ningún funcionario ruso enfrentó el juicio. Rusia también ha sido acusada de violar el derecho internacional en Ucrania, pero Moscú ha negado haber cometido crímenes de guerra, diciendo que sus fuerzas no están atacando a civiles en Ucrania.


Un tema aparte es que en cada conflicto internacional, las violaciones a mujeres y niñas se suceden sin fin y sin justicia: Ruanda, Kosovo, Siria, Afganistán, y ahora Ucrania. Las violaciones son un arma de guerra, realizadas para desmoralizar y subyugar. (Arciniegas, France 24).


Si bien Rusia negó que tuviera algo que ver con esto, lo cierto es que acorde a testimonios recolectados por la ONU y organismos como La Strada Ucrania -que apoya a sobrevivientes de la trata y violencia sexual y doméstica- soldados rusos encerraron por más de un mes a mujeres ucranianas en un sótano y las violaron hasta “el punto de que no quisieran tener contacto sexual con ningún hombre, para evitar que tuvieran hijos ucranianos”.

Lamentablemente no son historias nuevas. Como hemos hecho énfasis en otros artículos de este observatorio, la violencia hacia las mujeres en la guerra suele ser feroz.

Se las cosifica, se las denigra y no se respetan sus derechos. Si bien Unicef y ONU Mujeres, pidieron a las autoridades internacionales una investigación, es algo que suele quedar impune, pese a que estos hechos son considerados una violación al Derecho Internacional Humanitario y un crimen de guerra acorde a la Convención de Ginebra.




 
 
 

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