Histórica visita del Papa a Irak
- Emilio Alejandro Rufail

- 8 mar 2021
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 20 mar 2021
Por Emilio Alejandro Rufail para el Observatorio Medio Oriente de la UAI
Sin duda la reciente visita del Papa Francisco a Irak es un hito histórico.

No se trató pues de un viaje más sino que Francisco decidió confirmar la visita a pesar de las advertencias de seguridad y sanitarias. El país tiene su infraestructura destruida, incluída la sanitaria.
Irak continúa bajo los efectos de un conflicto sectario que no parece tener fin y en las últimas semanas había registrado un incremento considerable de los casos de Covid19, lo que agrava la situación.
Por una parte, se trató de un viaje pastoral destinado a los cristianos de Irak -y de todo el Medio Oriente- una de las minorías, junto a los yazidíes, más perseguidas por el Estado Islámico, que han esperado muchos años para que, nos sólo el Vaticano, sino toda la comunidad internacional se acordara de ellos. El Medio Oriente se ha ido despoblando de cristianos por la violencia que sufren sus miembros desde hace varios años, pese a que su presencia milenaria en la región siendo una de las comunidades cristianas más antiguas del mundo.
Recordemos que hasta 2003, se estimaba que los cristianos iraquíes eran alrededor de 1,5 millones de personas, la mayoría del rito caldeo. En la actualidad esa cifra se ha reducido significativamente, entre las víctimas mortales y aquellos que decidieron dejar el país para reguardar sus vidas.
Por otra parte, el viaje ha servido para establecer un puente con los musulmanes chiitas, la mayor comandad religiosa del país. Francisco se reunión con el legendario Ayatollah Ali Al Sistani que es el Gran Ayatollah de Irak desde 1993, un acontecimiento promisorio de diálogo interreligioso.

El Papa no se limitó a visitar Bagdad, la capital iraquí, sino que también fue a emblemática ciudad de Mosul, la segunda ciudad de Irak, uno de los epicentros de la cristiandad iraquí destruida por el stado Islámico. También visitó Qaraqosh y Erbil, capital del Kurdistán iraquí, ya que muchos cristianos eligieron esa región autónoma para escapar a la persecución del DAESH.
El Papa Francisco aprovecho su visita para condenar el uso de la religión con fines terroristas y reivindicar la convivencia pacífica de las diversas comunidades religiosas y étnicas de Irak. También se expresó en defensa de los derechos de la mujer.
En ese sentido, se debe recalcar que el Papa fue bienvenido por todos los sectores iraquíes que se alegraron, ya que consideran que la visita papal volvió a poner al país en la consideración mundial.

(*) Emilio Alejandro Rufail es el Director del Observatorio de Medio Oriente. Magister en Diversidad Cultural. Especialista en Estudios Árabes, Americano-Árabes e Islámicos. Lic. en Relaciones Internacionales. Profesor universitario de Seguridad Internacional y Seminarios sobre el Medio Oriente, y África del Norte, Mundo árabe, Mundo Islámico (Universidad Abierta Interamericana y Universidad Católica de Córdoba)



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