Las guerrilleras del Kurdistán sirio: feminismo y defensa. Parte 2
- Irina Bellucci

- 19 may 2021
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Hacia adentro de la sociedad kurda, las mujeres no eran consideradas como iguales, estaban oprimidas. La lucha contra el EI les sirvió como herramienta para poder abrirse paso de la mano del feminismo islámico. Este movimiento nació teniendo en cuenta las realidades locales de los países musulmanes y como una respuesta al feminismo occidental. Esto se ve plasmado en la práctica con las YPJ: buscan eliminar el patriarcado que viene ligado a las interpretaciones radicales y extremistas del Corán. El ser musulmanas no implica que renieguen de actitudes patriarcales y machistas en las comunidades en las que están inmersas.
Sus experiencias como musulmanas son válidas, no invalidan su lucha feminista. Las YPJ no comparten la idea de que el feminismo sea necesariamente sea secular.
Las YPJ participaron con entusiasmo en la organización de sus propias instituciones, en el funcionamiento de las escuelas y los hospitales, en la generación de electricidad e incluso en la creación de sus propias defensas. Entre las nuevas regulaciones que tienen como objetivo combatir la discriminación de género se encuentran la prohibición de la poligamia para los hombres y el matrimonio de menores de edad. Para asegurarse de que las mujeres están representadas en los cargos públicos y en la vida cívica, se tomaron medidas de discriminación positiva, éstas incluyen el sistema de co-presidencia, donde los puestos de toma de decisiones claves son compartidos por hombres y mujeres.
Este movimiento no sólo ha logrado frenar con ayuda, el avance del EI, también ha proporcionado la seguridad y la estabilidad en las zonas administradas por ellas, se ha empoderado a las mujeres y construido una forma inclusiva en la gobernabilidad, la participación de todas las diversas poblaciones de la región, como los kurdos, árabes, asirios y armenios. Esta forma de gobierno se implementó porque previo a la guerra los kurdos se escondían para practicar su lengua y sus cantos, prohibidos por el gobierno y pese a la riqueza de la región, no estaban bien económicamente ya que no disfrutaban del usufructo del territorio. Había mucha inconformidad para con el gobierno de Al Assad por la represión, corrupción y no reconocimiento de su cultura. Tras la revolución, esto cambió y se expresaron libremente, estableciendo un gobierno que priorizaba la colaboración, el diálogo interreligioso, la tolerancia y una perspectiva netamente feminista.
Las YPJ ante esta situación a modo de respuesta, hicieron una revolución en Rojava, inesperada en una sociedad de carácter tribal, agrícola y pobre, para los cánones occidentales: permitieron la libertad de culto, prohibieron los matrimonios forzados y establecieron la vigilancia activa para que finalicen los crímenes de honor. Por ende, la lucha a la que se enfrentaron las YPJ fue doble: no solo contra la imagen tradicional de la mujer kurda sino contra el avance del EI que utilizaba la violencia sexual como arma de guerra y que generó que haya más de 200.000 desplazados internos en Rojava. Esto devino en una crisis humanitaria, lo cual no sorprende ya que “la experiencia traumática de las víctimas de violaciones sexuales se agrava durante el conflicto armado si no tienen acceso a atención médica, asesoramiento, anticoncepción de emergencia y un lugar de acogida seguro” (Humans Rights Watch, 2015). Frente a esto y como actores locales, las YPJ asumieron acciones directas en forma de doble lucha. La misma se plasmó en el campo de batalla y en la lucha política por la igualdad entre el hombre y la mujer. Si bien esta conformación de guerrilla se originó tras el avance del EI, su origen está en los 90 con el Confederalismo Democrático.
La Revolución de Rojava y sus ideales se han impregnado en el accionar de las mujeres kurdas y en su forma de comportarse frente a sus pares masculinos. También el feminismo islámico tuvo una fuerte impronta, permitiéndoles trazar el camino para lograr una sociedad más justa.
Las YPJ tienen claros sus ideales: defensa de la igualdad entre el hombre y la mujer. Mediante el empoderamiento, las YPJ mostraron como pueden cambiar la realidad de una determinada sociedad. Lograron una conquista política y social en materia de derechos femeninos y colectivos. Son mujeres que se atrevieron a imaginar un mundo mejor, que decidieron no ser sumisas y luchar por lo que creen justo.
La guerra civil siria se cobró miles de vidas y expulsó a millones de personas de su tierra, condenándolas al estatus de refugiadas. Las YPJ enfrentaron esta guerra civil tomando las armas, dejando de lado los prejuicios de género.
También podemos hablar una "primavera kurda", que es una alarma no sólo para el gobierno de Al Assad, sino para los países vecinos. Turquía está especialmente alarmada por esto. Las YPJ bajo la bandera feminista, reivindicaron sus derechos y bajo la bandera kurda, exigieron la soberanía sobre un territorio que creen propio y que se niegan a ver comandado por el EI. En su lucha contra este grupo terrorista, las YPJ lograron arrebatarles numerosos territorios de la frontera kurda, lo que les trajo beneficiosas alianzas con los árabes regionales, y que Rusia las incluyera en la mesa de negociación.
Asimismo, el cambio que realizaron a nivel social es admirable, ya que fue hecho en poco tiempo. Estas medidas nos muestran que las mujeres kurdas tenían consciencia de las diferencias de trato que tenían debido a su género, y que no estaban conformes con las mismas. Al plasmarlo en leyes se observa su determinación con que este avance en sus derechos no sea algo pasajero.
Trabajos citados
Humans Right Watch. (3 de Agosto de 2015). Recuperado el 2021, de Humans Right Watch Web Site: https://www.hrw.org/es/news/2015/08/03/la-onu-debe-actuar-para-empoderar-las-mujeres-durante-conflictos



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