Sudán: ¿El regreso de Hamdok restaurará la esperanza en la democracia?
- Emilio Alejandro Rufail
- 24 nov 2021
- 2 Min. de lectura
Por Emilio Alejandro Rufail (*) para el Observatorio de Medio Oriente de la UAI

El 25 de octubre pasado, el entonces Primer Ministro Abdallah Hamdok, que dirigía el Gobierno de Sudán luego de la caída del entonces Presidente Al Bashir en 2019, fue desalojado del poder, poniendo fin, de forma abrupta, a la transición acordada por diversos sectores de la sociedad sudanesa para la celebración de elecciones libres en 2023 y establecer una democracia en el país.
El General Al Burhan, que lideró el golpe y el destituido Hamdok, llegaron el 21 de noviembre a un acuerdo, por el cual, éste último fue restituido en el cargo, cediendo en parte a la presión internacional e interna. Pero ello, ha sido a costo de revisar el pacto anterior que había establecido los tiempos y la distribución del poder en el contexto de la transición, ampliando la influencia del sector militar.
El regreso de Hamdok a su puesto, en otro contexto, hubiera sido calificado como una acción promisoria. Sin embargo, la sociedad sudanesa no puede olvidar que las grandes protestas llevadas a cabo por los diversos sectores de Sudán, fueron reprimidas duramente por los militares, provocando al menos 40 muertos reconocidos hasta el momento, por lo cual se niegan a aceptar que los militares ejerzan una influencia aún mayor gracias a este nuevo pacto.
Es por ello, que el acuerdo no ha sido recibido con agrado ni por los sectores políticos y sindicales y tampoco por la sociedad civil, que han salido a la calle a protestar, reclamando que el poder sea transferido enteramente a un Gobierno civil, para evitar que se repitan las presiones del pasado sobre Hamdok y alejar la posibilidad de una nuevo golpe de Estado, para que haya una cierta previsibilidad y estabilidad para completar la transición de forma pacífica.
Como habíamos afirmado en una artículo anterior, la importancia de lo que suceda en Sudán es muy relevante para el mundo árabe, ya que la posibilidad de crear las condiciones para que una nueva democracia florezca en la región, daría un nuevo impulso a los procesos de cambios iniciados en la llamada primavera árabe, la cual para algunos está agotada, pero nosotros seguimos creyendo en que la semilla de cambio fue sembrada en la conciencia de muchos, que están esperando que los contextos los favorezcan para volver a intentarlo y Sudán podría convertirse en el inicio de una nueva ola, pero hay mucho camino por recorrer.

*) Emilio Alejandro Rufail es el Director del Observatorio de Medio Oriente. Magister en Diversidad Cultural. Especialista en Estudios Árabes, Americano-Árabes e Islámicos. Lic. en Relaciones Internacionales. Profesor universitario de Seguridad Internacional y Seminarios sobre el Medio Oriente, y África del Norte, Mundo árabe, Mundo Islámico (Universidad Abierta Interamericana y Universidad Católica de Córdoba) *) Emilio Alejandro Rufail es el Director del Observatorio de Medio Oriente. Magister en Diversidad Cultural. Especialista en Estudios Árabes, Americano-Árabes e Islámicos. Lic. en Relaciones Internacionales. Profesor universitario de Seguridad Internacional y Seminarios sobre el Medio Oriente, y África del Norte, Mundo árabe, Mundo Islámico (Universidad Abierta Interamericana y Universidad Católica de Córdoba)
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